jueves, 28 de abril de 2011

Carta de la viuda de Jorge Mañach a la revista El Undoso



VIEJAS PUBLICACIONES DE LA REVISTA "EL UNDOSO"

(Esta carta de Margot de Mañach fue enviada a Tata Martínez que era la Presidenta del Municipio de Sagua La Grande en el Exilio por esa época, con motivo del Concurso Literario Jorge Mañach recién creado).



"Puerto Rico, 24 de mayo de 1973
Sra. Graciela Martínez Vda. de Peña.



Mi distinguida amiga: Hace ya mucho tiempo que le soy deudora a usted de esta carta. Se la debía por gratitud y por simpatía, ya que todo lo que se relaciona con Jorge y con Sagua, tienen necesariamente que llegarme al corazón. Fui a Sagua con él varias veces; en nuestra primera visita allá fuimos a la playa con María Radelat. Por estar yo en los primeros meses de embarazo y sentirme muy mal no pude gozarla plenamente en esa ocasión. Fue entonces que le pedí a Jorge volver en mejores condiciones en una segunda visita. Recorrí con él, calle por calle, todos aquellos rincones que inspiraron aquellas bellas glosas sobre Sagua la Máxima como llamaba siempre a su cachito de tierra, tan llena de recuerdos familiares.


Cuando otorgaron los premios el año pasado (Premios Mañach 1972) me propuse escribirle a usted, el tiempo pasó y no pude lograrlo. Temí que este año me pasara igual, acabo de pasar dos semanas en el hospital, aún no estoy bien; pero cuando lo estoy tengo que ocuparme de reunir datos y papeles de Jorge ¡ tan dispersos todos!, para reeditar algunos de sus mejores ensayos en un volumen.


Hay dos buenos amigos que me están ayudando en esto, pero este tipo de trabajo supone infinidad de correspondencia, ya que aquí en P. R. (Puerto Rico) no tengo nada de lo que pretendo reeditar.


Me siento vieja y enferma, pero no quiero irme de este mundo sin haber logrado esto. Es un pobre tributo que quiero hacerle al hombre ejemplar que tuve la dicha de tener a mi lado 38 años, y cuya ausencia se me hace cada día más desoladora.


Le voy a rogar a usted,Tata, ¿me permite llamarla asi?, sea portadora de un mensaje de felicitación a esas personas premiadas, explíqueles usted, se lo ruego, por qué no les llega mi palabra de felicitación a cada uno de ellos.


Conozco los trabajos de todos aquellos que salieron publicados en Diario Las Américas, y sigo, paso a paso, a los nuevos escritores que van surgiendo en el exilio, algunos de esos trabajos me han conmovido en lo más íntimo . . . El de Marta Padilla no se publicó, tituló su trabajo "Carta a Margot", le hubiera agradegido mucho darme a conocer su ensayo; dígale usted que no deje de echar esa carta al correo, le prometo además que si lo hace, será contestada, si no con el bello lenguaje que ella posee, si lo será con la sinceridad que ella merece y que es además característica mía.

Perdone Tata esta carta deshilvanada y larga, con una dimensión que no alcanza cuanto yo quisiera decirle en ella; dé toda mi gratitud a usted y a todos los que de una manera u otra, han contribuido a honrar la memoria de mi Jorge y de paso también a esa querida Sagua la Máxima. Para todos ellos mi saludo agradecido, para usted querida amiga un apretado y agradecido abrazo,



Margot B. Mañach".





lunes, 25 de abril de 2011

Guillermo Sánchez Alba , su nombre en la Luna.

De seguro resultará impactante comenzar su biografía diciendo que “su nombre está escrito en la Luna”, pero esta introducción es inevitable en su historia personal ya que es su más curiosa realidad.

Como Director de Comunicaciones de la Base Espacial de Cabo Kennedy en la Florida, el Proyecto “Saturno-Apolo” de la NASA se incluyó su nombre en la cápsula especial que se colocó en nuestro satélite natural en 1973 para honrar a los mejores científicos que constribuyeron a que esta misión fuera todo un éxito, conviertiéndose por tanto Don Guillermo en el primer hispano que es parte de un monumento fuera del planeta tierra.


Nace Guillermo Sánchez Alba en la calle Libertadores # 13 casi esquina Colón en la ciudad de Sagua La Grande. Su padre fue Don Guillermo Sánchez Duque (primo de Carlos Duque), su madre Doña Andre Alba Pérez. Su abuelo fue el mambí que sembró la ceiba en el parque “El Pelón”. Uno de sus hijos (Gullermito) nació en Sagua y el otro (Luisito) nace en La Habana.

Sus primeros estudios en Sagua lo realizó en el Kindergarten de la Sra. Fefita Astorga y la primaria con la maestra Zoila Nila en su escuelita de la calle Carmen Ribalta; continua su educación en la Escuela de Pallí para más tarde pasar a la Superior de Varones que dirigía el inolvidable Don José Pérez Pérez (Pepe-Hillo).

Aprendió inglés en Sagua con Mister George. Sus estudios superiores fueron en Estados Unidos donde se hizo Ingeniero de Comunicaciones en la Universidad George Washington gracias a una beca de buena voluntad que otorgaba el gobierno norteamericano a jóvenes del continente americano durante la Segunda Guerra Mundial. Terminada la Guerra vuelve a Cuba y comienza a trabajar en La Habana para la Compañía Telefónica, pero relacionándose además con el ambiente de radio difusión. Entre sus constribuciones estuvo la instalación de la planta completa de “Radio Progreso”, y ser Director de Radio Mambí.


Marcha a Estados Unidos y trabaja con la RCA y luego con la famosa ITT que lo envía a Puerto Rico y las Islas Vírgenes, pero por sus extraordinarios conocimientos la ITT lo reubica finalmente en la NASA para trabajar en el Centro Espacial Kennedy de la Florida donde revoluciona muchos aspectos de las comunicaciones. En un informe del Centro Espacial puede leerse el siguiente reporte:

Antes de la implementación de este control no existía un sistema independiente de comunicación para respaldar las las funciones de los Cuartos de Disparo. Gracias al señor Sánchez y su trabajo, este sistema es hoy una realidad; actualmente está siendo articulado para asistir el lanzamiento programado del Laboratorio Espacial (Skylab) desde el Cuarto de Disparo No. 3” –y continúa la nora:- “Sobresalientemente en sus logros personales está el desarrollo de una nueva técnica de sonido cuádruple (quadrasonic) que es superior a los desarrollos comerciales del momento”.



ARCHIVO SABANEQUE
1970 - 2011



 

jueves, 21 de abril de 2011

La creación del Concurso Jorge Mañach en 1971

VIEJOS ARTICULOS DE LA REVISTA "EL UNDOSO"

El premio Jorge Mañach
        Por: Juan Barturen

Mientras releía hace poco una vieja traducción del "King Lear", me detuve no sé porqué en cierto pasaje en que el monarca pregunta a Kent: "¿En qué te ocupas?", y éste le responde: "Me ocupo en no ser menos de lo que parezco". Una curiosa asociación de ideas me llevó entonces a pensar en la palpitante realidad de este exilio, en lucha por mantener y elevar su carácter, su personalidad y su cultura. Como el personaje shakesperiano, esta porción de la nacionalidad cubana inserta por los avatares de la historia en el marco de una civilización no por acogedora menos ajena, se ocupa - porque puede y debe ocuparse de que la imagen que de sí misma ha forjado a fuerza de trabajo y talento no solo sea mantenida sino mejorada, en justa y necesaria aspiración porque lo alcanzado no se límite a lo estrictamente material, sino que se le incorpore además un vigoroso aporte cultural. Y es que solo a través de esa suprema expresién del espíritu humano que es la cultura podemos preservar nuestra fisonomía, hacernos dignos del rico legado que nos confiaron los forjadores de nuestra patria, y encontrarnos preparados para su recuperación cuando sea llegada la hora.

Es evidente que todo esto bullía en la mente de nuestro Manolo García Iglesias al lanzar su feliz iniciativa de crear el Premio Jorge Mañach. El ya reconocido erudito de nuestra historia local, secundado por su hermano el polifacético Raul, Vice-Presidente del Municipio de Sagua La Grande y Director de "El Undoso" tuvo de inmediato el más caluroso apoyo de la Directiva. La preparación de las bases del concurso no se hizo esperar, así como la selección de los miembros del Jurado, que quedo integrado por nombres que tan alto prestigio como Mercedes GarcíaTudurí eminentísima educadora, ensayista, poetisa y conferencista; Rafael Esténger, uno de nuestros más destacados intelectuales, escritor de raza, gran periodista, autor de logradísimas biografías; Ana Rosa Núñez, poetisa de inspirado estro, profesora de la Universidad de Miami, entusiasta animadora de tantos empeños culturales, y en representación de nuestro Municipio, dos vigorosas personalidades: Juan Manuel Salvat, librero por vocación, impulsor de una copiosa obra editorial con carácter y signo de acendrada cubanía sencillamente asombrosa. Y para completar el flamante equipo, el propio Dr. Manuel García Iglesias, satisfecho progenitor del Concurso, letrado distinguido, de ejemplar ejecutoria como funcionario del Ministerio de Educación en Cuba, verdadera autoridad en historia de Sagua La Grande.

El cargo de coordinador recayó lógicamente en nuestro Director Raúl García que desde los primeros instantes puso al servicio de este esfuerzo todo su dinamismo y entusiasmo sobradarnente demostrados en esta y otras actividades de nuestro Municipio. La labor de Raúl a lo largo y ancho de esta empresa es de tal envergadura que no sería justo silenciarla. A veces no nos damos cuenta cabal de lo que cuestan en dedicación y esfuerzo afanes de esta naturaleza. Dedicación y esfuerzo que por lo general quedan a cargo de esa consabida "inmensa minoría" dispuesta a entregarse en silenciosa brega al ajetreo creador. Todos vemos lo externo, lo que publica la prensa, los actos que se efectúan, los galardones que se otorgan, pero facilmente se nos escapa lo que va por dentro, es decir como en este caso, la callada labor de organizar, ultimar detalles, escribir docenas de cartas, visitar a incontables personas, ocuparse de la propaganda (radio, periódicos, etc.), dar curso a los trabajos que se reciben, reunir al Jurado seleccionador; en fin, una verdadera multitud de quehaceres a los cuales es preciso atender sumándolos a las cotidianas tareas de panganar y sustrayéndolos al bien ganado descanso reparador.

Los trabajos, en las categorías de "Ensayo", "Artículo periodístico" y "Poesía", comenzaron a llegar, al principio con lentitud, pero a un ritmo acelerado según se acercaba la fecha de cierre, hasta llegar al número de sesenta y dos, hecho que por sí solo basta para demostrar el interés que llegó a suscitar.

Reunido el Jurado el día 27 de Enero en la residencia de los esposos Raúl García y Consuelo Cueto de García, y después de anirnadas deliberaciones no exentas de dificultades por la alta calidad de gran numero de los trabajos presentados, aderezado todo ello con criolla camaradería bajo la tutela diligente de la anfitriona Consuelo (remediana por nacirniento; sagüera por amor) en ejeircicio de exquisita hospitalidad, se dio cima al fallo final que resultó así:

Premio al Ensayo: Alvaro de Villa; "El Alma Cubana" (Meditaciones de un Desterrado).

Mención Honorífica: Josefina Inclán: "Un tributo y unas consideraciones en la calenda de Noviembre".

Premio Periodístico: Humberto Medrano; "El Mudo Testimonio de una Balsa Vacía".

1a. Mención Honorífica: Florinda Alzaga; "Hacia la Nacionalidad por la Cultura".

2a. Mención Honorífica: Josefina lnclán; "Los Paredones de la Libertad".

Premio de Poesía: Pura del Prado; "La Puerta".

1a. Mención Honorífica: Raúl García; "Cinco Cantos a mi Pueblo y un Minuto de Silencio".


2a. Mención Honorífica: Orlando González; "Testamento a la Piel".

Y sigue aún a todo esto, la organización del acto de entrega de los premios que tendrá lugar en la Asociación Fraternal Latinoamericana el día 25 de los corrientes.

Así, pues, a diez años justos del tránsito de Jorge Manach en ese verde paraíso de Borinquen donde reposa en la vecindad de los muros centenarios de la Fortaleza, al rumor de palmas gemelas de las nuestras, a la vera de Hostos, de Juan Ramón y su Zenobia, y de tantos otros que tomaron el camino del destierro acogiéndose a su amparo, la Sagua La Grande del exilio, su Sagua La Máxima, le recuerda y le honra por medio de la más lógica y consecuente manera de recordar y de honrar al maestro esclarecido.

Y a todos nos queda, con la satisfacción del éxito alcanzado, el compromiso de considerarlo no un capítulo cerrado, sino un hito más en la continuada y creciente presencia de Sagua en todo aquello que contribuya a enaltecer nuestros valores cívicos, culturales, espirituales, históricos. Así lo quieren sin duda, los manes de aquel hombre de pensamiento, paradigma del hombre culto, ponderado, compendio de profundidad en el saber y de sensibilidad artística, una de nuestras cabezas egregias que más amó, estudió y comprendió a Cuba y sus problemas, su alma, su proceso histórico, su destino, su porvenir. . .
El Undoso, Febrero-1972.

miércoles, 20 de abril de 2011

La Villa del Undoso tuvo una Alcaldesa


VIEJOS ARTICULOS PUBLICADOS EN LA REVISTA "EL UNDOSO"


Gracias a Doña Celia A. Castellanos nos quedó esta curiosidad histórica que muy pocos conocen.

Se escribe, se oomenta y se escudrina en el pasado, para recordarle a la generación presente los valores denuestra patria y especialmente de nuestro pueblo, que prestaron su aporte en el campo de la ciencia, de la intelectualidad y del arte; pero hay elementos que ofrecieron su valioso concurso donde quiera que el destino los situó, y que, por modestia, cruzaron por nuestro lado sin que sus nombres fueran conocidos ni mencionados jamás.

Hoy nos vamos a referir, honrando su memoria, a una muchacha sagüera, que desde los albores de la República colaboró en la Secretaría de la Administracion Municipal de nuestra Sagua la Grande. Se trata de la senorita Carlota Canellada, que modesta y sencilla, laboró junto a su mesa de trabajo, siendo una gran colaboradora del Jefe de su Departamento. Siempre amable, con suave sonrisa, complaciendo a cuantos acudian a ella en busca de solución a sus problemas.

Era siempre la primera en llegar a la oficina por las mañanas y siempre era la última en retirarse por las tardes. Cierta vez anunciaron desde la Capital que llegaría a Sagua un personaje chino, para cuya visita se habia preparado una gran recepción por la Colonia China, pues hay que recordar que ellos allí contaban con un gran Casino y varias Sociedades y eran numerosas las familias y los comercios allí establecidos; pues bien, pasaron invitación al Ayuntamiento con el ruego de que asistiera el señor Alcalde (o algún otro miembro del Municipio que él designara) a la hora del arribo del visitante.

El señor Alcalde estaba ausente y el día y hora en que debía estar presente tampoco podía asistir el Secretario de la Administración que, por sustitución reglamentaria le correspondía, por encontrarse enfermo; así que se comisionó a la Srta. Canellada, Oficial Primero del Departamento, para que en nombre del señor Alcalde hiciera acto de presencia en la estación del ferrocarril, junto a los miembros de las demás comisiones.

A la hora señ alada partió nuestra coterránea, presentándose con su habitual modestia a la Comisión de recibo; allí, además de situaría en lugar destacado que como delegada de tan alta investidura le correspondía, se le demostró gran simpatía y distinciéón, dejando ella, en aquella oportunidad, pruebas irrefutables del valor intelectual que ya, desde entonces hasta estos días, ha sabido demostrar la mujer sagiiera.

Llegaron los días aciagos del aio 33; en Sagua La Grande, como en los demás Municipios de la isla, fue destituido el Alcalde y disuelta la Cámara Municipal, y al tener necesidad la Comisión Revolucionaria que presidía los asuntos oficiales en aquella oportunidad, de nombrar un Alcalde de Facto, fue nombrada nuestra coterránea, desempeñando, en circunstancias tan apremiantes, tan alto cargo con eficiencia y valor extraordinarios.

Estas notas narradas sencillamente con el calor que da un amable recuerdo del pasado, describe a grandes rasgos la calidad humana de nuestra inolvidable coterránea, cuya foto enaltece las páginas de EL UNDOSO.


Mayo, 1974.

jueves, 14 de abril de 2011

Labrador Ruiz, el Quevedo del Caribe

Por Alberto Baeza Flores

Publicado en la Revista "El Undoso" (Diciembre -1980)

En "Quevedo queda", en "Tiempo de Historia", de Eduardo Haro Tegglen -su fundador director- ha escrito Francisco Umbral, para conmemorar los cuatro siglos de Quevedo, algo que me parece esclarecedor y fundamental: "Quevedo es uno de los primeros hombres modernos de Europa, un Voltaire. . . Quevedo es Voltaire un siglo antes de Voltaire y sin tener ninguna revolución por delante" . . . "Quevedo, con el solo precedente de Dante, en su cultura personal, imagina y escribe constantemente la realidad otra que pone en cuestión la realidad mostrenca, establecida y estatal".


Umbral es un quevediano o quevedista que escribe, además, con el dandysmo trágico y desgarrado de Larra, pero no podemos olvidar al gran maestro quevediano del siglo XX, y tan personal, que debió ser hace años un Nóbel, como una manera de premiar a don Francisco que vivió cuatro siglos antes del Nóbel y al que a lo mejor no se lo hubieran dado, como no se lo dieron a su discípulo y pariente del siglo XX: Camilo José Cela, quevediano de la Era Post-atómica.

Con mi amigo el notable poeta de Córdoba Luis Jiménez Martos, director de la prestigiosa Colección Adonais de Rialp, conversabamos hace muy poco en Los Arroyos, bajo la Sierra del Guadarrama, del homenaje de los poetas españoles a don Francisco de Quevedo en Villanueva de los Infantes, y en el Convento de Santo Domingo donde murió Quevedo. En el convento aún está la celda que habitó el poeta que escribió que las cenizas tendrán sentido, pues serán polvo enamorado.


Allí, en la villa manchega, Jiménez Martos leyó su "Canción para Francisco de Quevedo en el sitio de su muerte". Miembros del Taller Prometeo de Poesía Nueva dijeron sus homenajes y el quinteto "Biset"interpretó a Bach y a Mozart para que las cenizas de don Francisco escucharan. Y habló el alcalde.


Estaba con nosotros Pedro Macía, en Los Arroyos, mientras evocábamos a Quevedo. Pedro Macía es un escritor, con una inquietud creadora que va desde el teatro hasta el relato y desde la crónica hasta el ensayo. Es quien mejor conoce, ha meditado, y ahora ha escrito un libro, sobre la comunicación colectiva, con su experiencia en la televisión. Como director de "Telediario" en la televisión espanola, se convirtió en una institución nacional y más allá de España. Sentó cátedra de una escuela de como informar y decir, de cómo estructurar y expresar el comentario y la noticia.


Ahora, como director de "Siete Días", por la primera cadena de televisión, en España, rindió un homenaje al madrileño don Francisco de Quevedo, memorable por sus imágenes, sus comentarios y la presencia del historiador de la cultura de Madrid: don Federico Carlos Sainz de Robles. Don Francisco de Quevedo - ese hermano de Goya en el siglo de oro de la literaturá espanola - debe haber agradecido, desde su soledad de precursor de surrealistas y existencialistas, este homenaje - imagen hacia millones -de Pedro Macía.

¿Y Enrique Labrador Ruiz? No nos hemos olvidado de él, porque calza bien en este año de Quevedo y porque es el Quevedo de la extensa área del Caribe y aún más allá, como que es el precursor de las historias que después escribió García Márquez. Quien marcó el tono, la manera, el clima literario, el reencuentro con el realismo mágico fue Enrique Labrador Ruiz.

Ahora, en el “Año de Quevedo" ha hecho su ingreso en la Academia Norteamericana, correspondiente a la Real Academia Española de la Lengua. Quevedo debe haber enviado algún telegrama de felicitaciones desde don Francisco esté, pues se reconoce, en magna ceremonia, a uno de los suyos.


En carta desde la Florida, Labrador Ruiz me decía antes de partir a Nueva York: "Debo decirte que el 5 de noviembre estaré en Nueva York y no para huir de las elecciones sino para disponerme a hacer ese discurso fatalmente de ingreso que es imprescindible antes de ingresar a la Academia. (No tengo ninguna tendencia a la locura o manía de academizar, sino que soy perseguido por la fatalidad histórica de los años.)


Y eso supone que te enjarreten medallas, titulos, etc. Es un tema para el más jóven de los escritores quevedianos y quevedescos de esta era cibernética, que deambula por Madrid y Nueva York, de orilla a orilla: Carlos Alberto Montaner."

Don Francisco de Quevedo vive más que nunca al cabo de sus cuatro siglos y ha establecido prodigiosamente la "tribu" quevediana y quevedesca en la Era Espacial. Creo que Cervantes debe tenerle, ahora, un poco de envidia.