En el Museo de Curiosidades Cubanas, en la ciudad de Daytona, Florida, se exhibe permanebtemente un ingenio de fabricar azúcar, movido por vapor, que es en verdad el más pequeño del mundo. Puede, en efecto, fabricar azúcar, y constituye una de las más celebradas realizaciones de ingeniería mecánica que pueden verse en este mundo en que vivimos.
Esta maravilla de paciencia y ciencia fue construida en la Villa del Undoso, por uno de los hombres más industriosos y perseverantes que ha tenido esta ciudad en su historia de hombres célebres. Enrique Ortiz de Lima. “Viejo” Ortiz, como se le conocía cariñosamente, nació en Sagua La Grande, en la calle de Solís esquina Marta Abreu- al lado de la casa de los Alvaré-, el 14 de Enero de 1867. Hubo de fallecer el día 6 de Enero, Día de Reyes, del año 1956, a la edad de 89 años. Constituyó un hogar que fue espejo de respeto y amor, siendo su compañera Irmenia Sánchez Santos, con la que tuvo nueve hijos, a saber: Antonio, Pilar, Amparo, Carlos, Mario, Miguel, Mirta, Rubén y María Josefa.
Su oficio lo aprendió en una fundición situada en el Barrio de Coco-Solo, quizás la misma que se conoció por la de maribona. Su calidad de primerísimo operario le facilitó trabajos de su especialidad en los centrals azucareros “El Purio” “Tinguaro” y “La Francia”.
Ocho años después se tomó en terminar el trabajo que muy pronto comenzó a ser objeto de la admiración de propios y de extraños . Era una labor amorosa hecha a ratos de inspiración y en momentos de estudio y logradas simetrías. Por su casa pasaron ingenieros del país y varios extranjeros, y maravillados, todos opinaban que se trataba de la mente creadora de un ingeniero más que la de un mecánico.
Sin estar terminado fue exhibido en la Feria Agrícola Industrial de Rancho Boyeros, a principios de los años cuarenta. Más tarde en 1944, exactamente, fue expuesto ya complete en otra Feria Industrial que fue celebrada en el Malecón habanero frente al Parque Deportivo José Martí.
Completamente terminado el proyecto,el Ayuntamiento de Sagua La Grande le otorgó un pergamino nombrándolo Hijo Predilecto de la Villa del Undoso, homenaje merecidísimo a uno de sus hijos de pura cepa sagüera que dejaba constancia de su talento imaginativo y de sus finas artes de maestro mecánico.
Las reproducciones fotográficas que se incluyen en esta información representan parte del sistema ideado y llevado a efectiva producción por Don Enrique Ortiz. Faltan en las fotografías la red ferrocarrilera y los alojamientos de las casas de calderas. Pero quien visita Daytona, y más si es sagüero, no debe dejar escapar la ocasión de visitor ese museo y admirar esta obra de un solo hombre, un sagüero enamorado de su trabajo y de su tierra.
En otras cosas interesantes en los años de su frutífera labor, se cuentan las instalaciones de las Salinas de Santiago Reguera y la fabricación casera de una gran parte de la tornillería especial usada en la Fundición Macfarlane.
Agradecemos a la distinguida señora María Josefa Ortiz las fotografías aquí presentadas y los datos biográficos de su inolvidable padre.
Tomado del Website: INGENIOS AZUCAREROS
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En esta interesante publicación mensual de 52 páginas se aborda la historia de toda la Jurisdicción de Sagua La Grande (luego Región), que abarcaba en sus inicios desde el río Sagua la Chica hasta la frontera con Matanzas, y desde los cayos en el norte hasta Cifuentes por el Sur, es decir la misma configuración geográfica que tenía el Territorio Indio Sabaneque a la llegada de los conquistadores, cuando Sagua (territorio) era un país.
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